En todos los aspectos de la relojería de Grand Seiko, el respeto por la naturaleza es un tema importante. Por eso, a partir de 2021, Grand Seiko colaborará con las autoridades locales para proteger, sostener y alimentar los bosques vírgenes de abedules blancos de la meseta de Hiraniwa, en la prefectura de Iwate, no muy lejos de donde se producen todos los relojes mecánicos de Grand Seiko.
La meseta de Hiraniwa es conocida como la más bella de Japón y tiene una gran importancia medioambiental. Situada en el norte de Japón, en la prefectura de Iwate, alberga más de 300.000 abedules blancos autóctonos que cubren una superficie de unas 400 hectáreas. La meseta, que está a 800 metros sobre el nivel del mar, muestra la variedad y la belleza de la naturaleza en cada estación del año.
La belleza, la diversidad y el misterio del mundo natural son fundamentales para el espíritu de Grand Seiko.
La luz cambia, creando sombras.
El viento sopla, moviendo los árboles y ondulando el agua.
La nieve se acumula, creando patrones de infinita variedad.
Y, a medida que cambian las estaciones, el ritmo eterno del paso del tiempo enciende la imaginación japonesa e inspira todos los aspectos de Grand Seiko. En relojes de gran precisión, construidos para durar generaciones, Grand Seiko busca expresar la propia naturaleza del tiempo.
A través de muchas de sus esferas, Grand Seiko pretende también celebrar la belleza de la naturaleza. Algunos ejemplos son los contornos y las crestas del monte Iwate, los campos de nieve de Shinshu y, más recientemente, los bosques de abedules blancos de Hiraniwa.
Grand Seiko se enorgullece de reflejar su respeto por la belleza natural del entorno japonés contribuyendo a la preservación de la belleza prístina de los bosques de abedules blancos de la meseta de Hiraniwa.